El camino lo escribimos todos y nuestras huellas se van quedando impresas en el tiempo, nos matizan la memoria, se reproducen casi en cualquier hueco. De todo lo que somos, si nos queda un poco qué perder, lo perdemos todo entonces y nunca por convicción. Así, escribimos con los pies, en cada paso, un cuento nuevo, una pesadilla vívida, un duelo irreprensible, un poema repetido.
Hace tiempo abrí mi ventana y empecé a escribir sin luz, me nutrí del frío; no importa, con el tiempo abandoné a mi soledad, comprendí que el mundo se extendía hacia el interior de mí si dejaba la ventana abierta, y me he acostumbrado ya a la oscuridad.

lunes, 7 de junio de 2010

Antes de despertar

Cuando dormías
cortó tu garganta
hurgó en tus heridas,
estaba en pie
y aun
cuando vivías
estaba en pie
y aún.
Antes de despertar
bendijo tu dolor
y tu agonía
te hizo el amor
mientras morías
quiso parar
antes de despertar
y estabas tan fría
que te besó
todas tus manos
y luego te dejó.
Luego te perdonó.

Mientras morías
se mojó en tu vinagre
tragó tu saliva
comió de tu carne
mordió tus encías
y tú no dormías…
estaba en pie
antes de despertar
él era tu asesino
dios era un pecador
y estaba contigo
antes del funeral
dios era un desertor
y estaba en pie
y aún
estoy en pie.

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